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Algunos Heroes y un Cobarde: La Nueve

Entre las noticias que han llenado hoy todos los noticieros, hay una que se ha colado entre las demás y que me ha hecho especial ilusión. Hoy, veinte de abril de dos mil diecisiete, las alcaldesas de Madrid y Paris, Manuela Carmena y Anne Hidalgo han rendido un merecido, aunque tardío homenaje, a la Novena Compañía de la Segunda división Blindada del general Patton. La Nueve —pronunciado así, en español, que es como se llegó a conocer a aquellos soldados— pertenecía a la División Leclerc, es decir al ejército francés, que luchó durante la segunda guerra mundial y contribuyó a la victoria final de los aliados.

Algo que poco se cuenta de La Nueve es que fue la primera compañía aliada que entró en la ciudad de Paris, el veinticuatro de agosto de mil novecientos cuarenta y cuatro, alrededor de las ocho de la tarde, tomando el mando de la alcaldía aquella misma noche.

Al día siguiente, los periódicos galos anunciaban a primera plana que los franceses habían liberado Paris. Una foto en blanco y negro mostraba al prefecto de la ciudad y algunas autoridades, alrededor de un soldado sucio, en traje de campaña, visiblemente exhausto, pero sonriente a pesar de todo. El honor de posar en aquella fotografía le correspondía a Raymond Dronne, el capitán de La Nueve. Sin embargo, debido a la confusión de aquel momento, el sonriente guerrero que tomó la alcaldía de Paris fue un tal Amado Granell.

Granell fue uno de los casi ciento cincuenta soldados españoles (de ciento setenta) que componían La Nueve. Un puñado de fieros guerreros a quienes se les atribuyen auténticas gestas en Oran, Fezzan, Tchad, Normandía, Paris, Alsacia y hasta en el Nido del Águila, el último refugio de Hitler.

Sus Half-Tracks, unos tanques ligeros semi-horuga que habían heredado de los americanos, llevaban nombres que hacían referencia a España, a los personajes españoles y a batallas en las que habían luchado en la Guerra Civil como Madrid, Ebro, Guernica, España Cañí, Don Quichote o España Cañí.

Hoy se ha inaugurado en Madrid, un parque en honor de La Nueve.

MI próximo libro “Algunos héroes y un cobarde”, es una sucesión de relatos que ocurren entre mil novecientos treinta y siete y mil novecientos cuarenta y cuatro mostrando varios escenarios de aquel convulso momento de la historia. Uno de estos relatos cuenta los seis días que La Nueve pasó en el pueblo normando de Écouché a la espera de los aliados. “Gastón de La Nueve” cuenta cómo un soldado francés recuerda con admiración, el arrojo y el valor de aquellos españoles que defendieron la localidad francesa bajo una lluvia constante de bombas y obuses.

Desde el final de la segunda guerra mundial, La Nueve ha sido objeto de muchos homenajes en Francia y en España. Se han escrito muchos relatos, artículos y libros. Fundamentales son los de Raymond Dronne, el capitán de La Nueve “Carnets de Route”. Esencial, el de Evelyn Mesquida “La Nueve. Los españoles que liberaron Paris”. Quiero también mencionar al excelente trabajo de Paco Roca “Los Surcos del Azar”, una de las mejores novelas gráficas que se han publicado en estos últimos años y que recomiendo a todos, seáis lectores de cómic, o no.

Hoy, La Nueve da nombre a un parque en Madrid.

Hoy La Nueve se toma su última conquista.

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